Cuando comienza Evoland, cuyos desarrolladores Shiro Games se encuentran inmersos en el desarrollo de su segunda parte, te encuentras en un juego en blanco -o mejor dicho verde- y negro muy al estilo de los primeros Zelda de Gameboy o NES. Poco a poco el juego aumentará su paleta de colores al desbloquear los 16-bit hasta acabar en las 3D poligonales. Jugablemente también evoluciona, pasando por los combates en tiempo real o la estrategia por turnos popularizada por sagas como Final Fantasy.
Si te perdiste aquella época y te da mucha pereza meterte entre pecho y espalda un buen saco de horas tan sólo por ver cómo eran las cosas en otros tiempos, Evoland es un excelente ejercicio de viaje en el tiempo. Para los que ya peinamos algunas canas o se la calvicie le asoma, tal vez les arranque alguna lagrimilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario