Con Crazy Kangaroo, o saltas o serás almuerzo de caníbal Born to jump

Gamelion es una de esas compañías que le gusta probar cosas distintas con cada lanzamiento. Ya nos ha ofrecido, entre otras cosas, enfrentar ninjas con monos zombies piratas y acudir al rescate de un gato recorriendo un sistema planetario. Con Crazy Kangaroo siguen esa regla no escrita y han conseguido algo diametralmente opuesto a sus anteriores producciones, pero manteniendo toda la atención en la diversión pura y dura.

Berney es, posiblemente, uno de los tres canguros más gafe del planeta. Capturado por unos cazadores furtivos, la suerte le sonríe fugazmente al caerse del avión donde lo transportaban y queda libre para volver a casa. El problema es que deberá hacerlo con toda la potencia que sus cuartos traseros le puedan proporcionar, ya que unos caníbales quieren convertirlo en un sandwich de marsupial.

Crazy Kangaroo utiliza los acelerómetros de tu Android de forma frenética para controlar los saltos de Berney a través de las aproximadamente cincuenta misiones repartidas en tres mundos. Para que os hagáis una idea acojonantemente aproximada, es la versión mamífera del Air Penguin de Gamevil.

Lo que he podido disfrutar de él es un juego fácil de manejar pero que supone todo un desafío al casualón que llevas dentro, así que estira un poco antes y salta sin parar como ya vaticinase el grandioso, en todos los sentidos, King África.

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