El carisma es uno de esos aspectos llamémosle translúcidos, y no sólo en videojuegos, sino en las artes audiovisuales en general. Lo llamo así porque no es una característica que siempre se cuide ni se tenga en cuenta, y es dificil de mensurar, por lo que la mayor parte de las compañías no suelen poner un esfuerzo mayor que un aspecto o diseño artístico agradable. Sin embargo, cuando se consigue, obtienes un valor añadido capaz de enmascarar o suavizar algunos defectos. El caso de Age of Zombies, con su protagonista Barry Steakfries, es un caso curioso. Para Halfbrick no les ha parecido el carisma un aspecto secundario; de hecho han puesto tanto empeño en desarrollar un protagonista y envoltorio carismático que han descuidado otros apartados mucho más importantes. Ahora, juntar un protagonista tan macanudo con algo tan icónico como los zombis y los viajes en el tiempo es algo digno de jugar.
Age of Zombies es lo que yo llamo un shooter 360, en el que tienes libertad de movimiento -y disparo-, pero también tienes todos los flancos abiertos para recibir enemigos, y créeme que vas a recibir bastantes. Tomas el control de Barry Steakfries, arquetipo del héroe de los 90, un tipo rudo que dispara más frases lapidarias que balas. Por delante se le presenta la misión de desbaratar los planes del Professor Brains, que consiste en la dominación mundial mediante la invasión de sus huestes zombis por todas las épocas de la humanidad. Como no podía ser de otra forma, el colega Barry se arroja presto al vórtice temporal para dar caza a los devoradores de cerebros.
Para manejarnos entre la marabunta zombi, usaremos un joystick virtual para movernos y otro para elegir la dirección de nuestros disparos. Aparte de la configuración entre zurdos o diestros, en Halfbrick Studios han tenido una gran idea al hacer que cuando levantemos un pulgar, si lo colocamos en una posición distinta, el joystick se coloca en la nueva posición. Gracias a esa opción, el manejo se torna más natural y disminuye el riesgo de lanzar el móvil presa de la frustración.
Nuestro objetivo será acabar con todos los muertos vivientes que se nos pongan por delante durante los quince niveles que dura la aventura. Dichos niveles se reparten en cinco mundos, a razón de tres niveles por mundo por si el libro de matemáticas os da grima, cada uno con su propia temática. Los gráficos son geniales, con una estética 2D que usa una paleta de colores resultona, digna de los grandes de la época de los 16 bits. Cada época tiene su propia música y, aparte del zombi estándar, tiene zombis acordes al encuadre histórico, como putrefactos neandertales en la prehistoria o enchaquetados gángsters de los años 30. Como colofón al tercer nivel de cada mundo, nos tendremos que intercambiar tortas con enemigos finales tan magistrales como un shogun imperial o el ya famoso tiranosaurio rex zombi. Para acabar con todos, Age of Zombies nos proporciona un interesante arsenal compuesto por metralletas, recortadas, lanzallamas e incluso una sierra automática para hacer el famoso picadillo de no muerto. Adicionalmente, encima del joystick de disparo tendremos un botón para usar armas de apoyo como granadas, torretas, minas o un bazoka que viene que ni pintado.
Una vez completado el modo historia, se nos desbloqueará un modo Survival cuyo objetivo es realizar la mayor puntuación posible, oleada tras oleada de enemigos, en los escenarios que componen la aventura, con el único objetivo de ser el puto amo en las listas online.
Todas estas virtudes deberían de bastar para obtener un juego redondo, y en cierto modo así es... en el cuarto de hora que dura el modo historia. El añadido del modo Survival, e incluso de los logros, gracias a la implantación de la plataforma Open Feint, no son más que condimentos para endulzar artificialmente el sabor de una receta que cuenta con demasiados buenos ingredientes a su favor para ser más deliciosa de lo que es. Parece como si en Halfbrick Studios los artistas se hubieran hartado de currar mientras que los programadores simplemente añadieron un par de líneas de código aquí y allá y se largaron de vacaciones. Falta un incentivo más allá del "acaba con todos"; alguna sensación de avanzar, de proteger algún objetivo durante una oleada, de tener que buscar una llave para pasar a la siguiente sección, algo. La dificultad es ínfima; cualquier sensación de reto se diluye tras la generosa dádiva de sus creadores en forma de varias vidas por nivel, que encima se incrementan de vez en cuando tras caer del cielo empaquetadas en cajas, haciendo de la títanica empresa de visitar varias épocas de la historia rodeado de cadáveres andantes un irónico paseo de varios minutos.
Conclusión
Age of Zombies es un juego con unos gráficos muy buenos y variados, con un manejo sólido y un Barry Steakfries como protagonista que es símplemente genial. Lástima que todo eso quede diluído en un planteamiento excesivamente simple y carente de ambición. Se que Halfbrick Studios tiene nuevos proyectos en la cartera que espero vean la luz en Android, pues su futuro es prometedor, pero el presente se llama Age of Zombies y no puedo decir siquiera que se han quedado a un poco de alcanzar la brillantez, ya que ni si quiera lo han intentado.
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