Análisis de Angry Birds Space <sub>En el espacio nadie puede escuchar tus sqwaaaak</sub> | Juegos Android, noticias, análisis y artículos

miércoles, 28 de marzo de 2012

Análisis de Angry Birds Space En el espacio nadie puede escuchar tus sqwaaaak

Angry Birds Space Android Análisis
Cuando en Finlandia un grupo, llamado Rovio, decidió que lo mismo era buena idea hacer un juego basado en físicas donde unos pollos debían de lanzarse en tirachinas para destruir a los cerdos que han secuestrado a sus huevos, acertaron de pleno. Tres entregas y chorrocientos millones de euros después, la tierra se les queda pequeña y es por ello que Angry Birds Space se desarrolla en el espacio exterior.

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La física ha sido el inflexible juez que rige todo el comportamiento de Angry Birds. La gravedad ha sido en incontables ocasiones nuestra aliada fiel, al golpear con un ladrillo suelto aquel último cerdo agazapado cuando ya no nos quedaban pájaros, o una arpía cruel que dibuja una sonrisa en un puerco que se ha librado por los pelos. Ahora en el espacio sigue manteniendo sus propiedades, pero adquiere una nueva dimensión. Los escenarios de los sesenta niveles, noventa si eres el propietario de un terminal Samsung, están ubicados en pequeños planetoides que cuentan con su propio campo gravitatorio, perfectamente apreciable y delimitado. Si un pájaro es lanzado y no entra en contacto con ningún campo, seguirá una imperturbable línea recta hasta el infinito. En caso contrario, trazará una trayectoria curva hacia su objetivo, pudiendo darse el caso de realizar órbitas completas. Para facilitar las cosas, Rovio ha tenido la deferencia de colocar una guía que te ayudará a dirigir tu disparo y que calcula por ti las trayectorias al mismo estilo que lo hacen en los juegos de billar. Lo que en un principio podía parecer una concesión al casualismo extremo, pronto uno se da cuenta de que la cosa se complicaría enormemente si no estuviera presente.

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La dificultad es un punto muy discutible; en Angry Birds Rio ya se podría apreciar una disminución de ésta, con unos niveles cuyo diseño era bastante simple y que, si bien el nuevo planteamiento proporciona niveles más intrincados, siguen esa tendencia asequible. Salvo la Danger Zone -los niveles exclusivos-, completar Angry Birds Space con una cantidad de estrellas razonable no supone más de dos o tres horas, y la racanería de Rovio no ayuda. Los materiales son exactamente los mismos, con su mismo comportamiento y las mismas estrategias para atravesarlos. Con los pájaros la situación es parecida, y con el tiempo y recursos disponibles, que los había y a manos llenas, clama al cielo. Todos los pájaros de la saga siguen estando ahí, con la baja agradecida del enervante tucán-bumerán, la modificación del pájaro amarillo por una versión teledirigida bastante más letal y la adición del pájaro helado. Se supone que éste último es la novedad ornitológica de ésta última versión, pero con tanto contar billetes no les habrá dado tiempo para sesiones de brainstorming porque, y hablo todo lo fino que puedo, es una soberana cagada. Un pollo que lo único que alcanza a hacer es congelar allá donde rebote y que, una vez concluido un tiempo o si pulsamos la pantalla, explota convirtiendo en hielo todo lo que esté en un radio ridículamente reducido. Su finalidad es meramente estratégica, ya que hace que los materiales se vuelvan más frágiles y allana el camino a posteriores lanzamientos.

Angry Birds Space es un buen paso para una saga que pedía a gritos una renovación, pero da la sensación de que se han quedado a medias. El espacio es un soplo de aire fresco que da un giro nuevo a una mecánica que sigue funcionando a la perfección, y hay que quitarse el sombrero con los niveles ocultos que rinden un sincero homenaje a viejas glorias de los videojuegos, pero hace falta esforzarse más para alcanzar la excelencia casual que se le presuponía. El lavado de cara pedía nuevos pájaros, nuevos materiales que exigieran más de nosotros y más todavía de ese adicto que ya ha sobrevivido a cientos de niveles y que encontrará en Angry Birds Space un nuevo envoltorio para el mismo caramelo, que ahora es masticable para que sea más fácil digerirlo. Con todo, confío en la política de actualizaciones de Rovio para un juego que ya cuenta con una excelente base y que sólo necesita culminar con una innovación que ya se prometía desde la mismísima Estación Espacial Internacional.


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