Magazinger Dominical #29

Y nueve días después, aquí vuelvo. Lo sé, en mi anterior Magazinger Dominical maldije a todos los agoreros y se ve que su magia negra es más fuerte que las Aspirinas de Max Payne, porque me tuve que marchar a la capital durante una semana sin acceso a internet. Pero no fue del todo en balde. Presencié las novedades en los sistemas operativos no Android, y sólo contribuyó a reforzar mi confianza en este nuestro hogar. Antes de comenzar, un apunte. Este Magazinger Dominical no recoge las noticias de esta semana, no, recoge la de la anterior. No te sorprendas, ya deberías saber cómo funcionan aquí las cosas. Pero eh, siéntete como un estudiante, si es que no lo eres. Esto va a ser como una clase de repaso a todas las noticias pasadas, pero con tropezones.

Para hoy vamos a contar la historia de Samsung, Ice Cream Sandwich y alguna que otra banalidad.

Estábamos los androiteros expectantes, porque sabíamos que algo importante se avecinaba. Efectivamente, no era asunto trivial. Google y Samsung, Samsung y Google. La compañía coreana y la estadounidense ya se habían asociado anteriormente en el Samsung Nexus S, y ahora habían dado un nuevo paso juntos. ¿Celos por la adquisición de Motorola? Polladas. El Samsung Galaxy Nexus había visto la luz y la sola mención de juntar Galaxy y Nexus en el mismo nombre de un terminal ya provoca que a más de uno se le cierre el ojete. ¿Será tan duro como su hermano Samsung Galaxy S II? ¿Por qué carajo tiene un barómetro? El caso que todas esas preguntas se quedan pequeñas ante el revuelo causado por su nueva alma. Ice Cream Sandwich, o Android 4.0 para los que no cagan leyendo RSS, se presenta con un nuevo lavado de cara, respetando a su antecesor además de ventajas que nos interesan a los jugones. También están los que miran un poco más allá y ya mesan sus barbas mientras divagan sobre Android 5.0 y se preguntan por la evolución. Y bien que hacen, porque como decía la grandiosa compañía jugona SNK, The Future is Now.

Y ahora, que ya están los niños acostados, porno judicial del que me encanta: Samsung demandando a Apple una vez más, esta vez por el Pacífico y más allá.