Para nuestro primer análisis de un terminal en esta vuestra página, queríamos que fuese algo especial. ¿Y qué podría ser más especial en una página Android dedicada a juegos, que un terminal Android dedicado a juegos? Tal vez unas gafas de realidad virtual especializada en juegos Android, pero como no es el caso, optamos por lo primero. El smartphone que reune esas características no es otro que el Sony Ericsson Xperia Play. El previamente, y posteriormente, conocido como Playstation Phone provocó caudalosos ríos de tinta, altas expectaciones, profundas decepciones y algún que otro oloroso pedete a causa de los nervios. Si es merecedor o no de tales pasiones, lo desgranaremos en las siguientes líneas.
Sony Ericsson Xperia Play como teléfono.
En una primera impresión, el Xperia Play parece un teléfono algo anodino. No entra directamente por la vista, y tal vez tampoco lo pretendiera. Sus dimensiones de 119.0 × 62.0 × 16.0 mm y un peso de 175 gramos hace pensar que fue uno de los gorditos divertidos en sus años mozos. La causa más lógica de este tamaño viene a ser su pantalla de 4 pulgadas y el gamepad deslizante. El mecanismo de apertura parece sólido, pero si aprietas ambas caras del teléfono, comprobarás que estas parecen ceder un poco, lo que plantea una interrogante sobre su durabilidad a largo plazo.
Una vez abierto, la película cambia completamente de registro. Su aspecto es enormemente parecido a su primo PSP Go, y es que el certificado Playstation que luce en una de las esquinas es para algo. Nos encontramos con una botonera ya mítica de las videoconsolas de Sony como es la cruz, el círculo, el cuadrado y el triángulo, más el Select y el Start. Estos botones, junto con los botones direccionales, se pueden antojar algo pequeños en principio, pero en la práctica han demostrado dar la talla. En el centro, hallamos con dos círculos táctiles que hacen las funciones de joysticks analógicos completando, junto con los botones L y R situados en el lado derecho del teléfono, el conjunto de controles dedicados exclusívamente a satisfacer nuestros vicios. Céntrate, que estamos hablando de videojuegos.
La calidad de las llamadas es bastante buena, pero en comparación con mi teléfono actual, un Motorola Milestone, tenía bastante menos cobertura bajo la misma red. En ocasiones llegó al punto de no poder realizar llamadas, o usar los datos donde habitualmente sí lo había hecho. El sonido, tanto por el altavoz como por los auriculares, es alto y claro, aunque tampoco sea un aspecto que destaque especialmente. En cuanto a batería, estamos hablando de 1.500 mAh, por lo que puedes esperarte un día de autonomía con un uso intenso del terminal, aunque parece llevar bastante bien lo de ejecutar juegos exigentes sin asustarnos por el consumo.
Sony Ericsson Xperia Play como smartphone.
Desde aquí aplaudimos al fabricante por su decisión de arropar a sus últimos terminales con la última versión disponible de Android, encontrándonos con 2.3 Gingerbread nada más salir de la caja. La interfaz está fuertemente modificada, con el famoso widget Timescape como punta de lanza. Este se encarga de mostrar de una forma intuitiva eventos como llamadas perdidas, mensajes o redes sociales. Me gustó particularmente su uso, pero si eres un poco yonki del Twitter o Facebook, y el ritmo de actualización es alto, termina por afectar de forma negativa a la batería. Como curiosidad, si haces un pellizco en la pantalla principal, ésta agrupa todos los widgets disponibles en una sola pantalla, cosa que sin ser especialmente útil, hace que parezcas un tío cool. Si abres el gamepad, se inicia una interfaz en la que puedes encontrar tanto los juegos instalados en tu teléfono, como las novedades más interesantes.
Su corazón está habitado por una CPU Snapdragon a 1 Ghz Scorpion y una GPU Adreno 205, con una memoria de 512 Mb de RAM y 400 Mb de ROM. El hecho de que a las pocas semanas de salir al mercado tenga rivales con doble núcleo, lo deja en bastante mal lugar. No es que no se mueva fluído, de hecho se mueve con bastante soltura, pero si los desarrolladores siguen la fiebre de la carrera armementística de Tegra, Exynos y demás, mucho me temo que no sea capaz de seguir el ritmo.
La pantalla muestra una resolución de 854 x 480 píxeles en una pantalla de 4 pulgadas, lo que no deja de estar nada mal. Una cosa que no termino de comprender es por qué han prescindido del Bravia Engine del que presumen sus hermanos Neo y Arc. En una comparativa con éstos, el Xperia Play muestra unos colores más apagados y un ángulo de visionado menor. No es que me guste ver el teléfono de perfil, pero ya que estaba la tecnología a mano, no hubiera estado nada mal que la hubieran incluído, sobre todo teniendo en cuenta lo desorbitado de su precio.
Lo mismo se puede decir de la cámara. Cinco megapíxeles y flash no es malo, pero no cuenta con los 8 megapíxeles y la tecnología Exmor con la que podría haber contado. Tampoco es que el público al que va dirigido sean unos Robert Capa en potencia, pero al final del día no pasa de mediocre. La frontal, a pesar de ser de 0,3 megapíxeles, va más que sobrada para las funciones de videollamada.
Foto tomada con el Sony Ericsson Xperia Play con la puesta de sol. |
Sony Ericcson Xperia Play para juegos.
El paraíso de todo jugón. Por un momento, te olvidas de que estás con un teléfono móvil para centrarte en una videoconsola, sólo la llamada del 1004 de Movistar te hace volver a la realidad. Desde un primer momento, se dijo que tendría un tratamiento preferente en lo que a juegos Android se refiere, y así está siendo. Desde juegos reeditados de la Playstation original a acuerdos de exclusividad temporales de compañías con un peso específico, como Gameloft. Gracias precisamente a Gameloft España, pudimos disfrutar del que fue el exclusivo más deseado de Xperia Play en sus comienzos, BackStab. Manejarlo es toda una delicia, y mueve los gráficos como si de una videoconsola se tratase. Sony Ericsson en ningún momento lo ha dejado de lado, y raro es el día que no se descubre un nuevo acuerdo, por lo que no podemos más que aplaudirlo aún a costa de los perjudicados, el resto de usuarios.
Si queremos ya alcanzar el placer máximo hasta apretar los dedos de los pies, tenemos que hablar de emulación. Si ya en la PSP era el gran aliciente para modificar su firmware, ahora que no es siquiera necesario modificar nada, se convierte en algo que raya lo obsceno. Miles de juegos, de todas las épocas, en la palma de la mano con su jugabilidad prácticamente intacta, es algo que debería estar penado en algún párrafo del Código Penal como exceso de gustirrinín.
Conclusiones.
Sony Ericsson Xperia Play es un teléfono normal, con una cámara y una pantalla simplemente correctas y unas especificaciones técnicas que ni siquiera se encuentran entre la élite de los terminales Android. Pero ese gamepad, ay ese gamepad, es el que desata la locura. Echar unas partidas a cualquier emulador en un términal que no sea el Xperia Play, tras haber disfrutado de éste, es como la vuelta al trabajo tras haber estado una semana en un resort a todo incluido. También su política de exclusividades lo convierten en la primera parada de juegos muy apetecibles. Su desmesurado precio actual le acarrea un triste presente, y la ausencia del doble núcleo le augura un triste futuro; pero si te consideras un jugón Android por encima de todo es, sin duda alguna, tu primera opción.
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