Dispuestos a alzar el cinturón que los acredita como reyes de los juegos causal, Rabbid Big Bang mezcla conceptos de juegos como Angry Birds o Berzerk Ball con el añadido de los histriónicos Rabbids, que puede ser un plus o no tanto dependiendo cómo los soportes.
A lo largo de unos 150 niveles tendrás que controlar a un equipo formado por dos conejos. El bateador deberá coger el ángulo y potencia correcta para mandar bien lejos al astronauta, que con un jetpack deberá administrar sabiamente el combustible para cumplir con los objetivos.
El resto de elementos típicos de estos juegos, como un sistema de calificación por estrellas o la personalización de personajes, estarán presentes en Rabbids Big Bang cuando se produzca su despegue, programado para algún momento de lo que queda de año.
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