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John “Bala perdida” Kannon es un agente que opera en los barrios más chungos de la ciudad. Su trabajo consiste en enfrentarse a día tras días a una calaña que merecerían un especial de Callejeros. Tal vez el contacto frecuente con los bajos fondos ha provocado que John y todo su equipo vean cada vez más desdibujadas las fronteras limítrofes de la honestidad con el infierno. El detonante de toda la aventura de 9mm la desencadena el robo de una importante suma de dinero propiedad de un gángster hispano, con el añadido de la muerte del hermano de éste a manos de Kannon. Comienza entonces un frenético baile de plomo en tercera persona donde tendremos que poner a salvo nuestro culo y el culo de nuestros allegados mientras tratamos de reencontrarnos con las virtudes de llevar placa.
Hablar de tiempo bala es invocar al ya inmortal Max Payne y a la inspiración de éste, la saga Matrix. Nuestro protagonista es capaz de entrar en un estado de concentración donde el tiempo se vuelve más lento y sus habilidades para aniquilar a todo bicho viviente mejoran sustancialmente. Todo esto lo controlamos gracias a un segundo pad virtual que si además lo movemos en una dirección, lanzaremos a Kannon por los aires de una forma que haría llorar al mismísimo John Woo. Al igual que en las películas de dicho director, aquí el armamento nunca falta. Pistolas, subfusiles, recortadas y otros juguetes se pondrán a mano, o manos si optamos por la opción de usarlas de forma dual, para tumbar a una serie de enemigos que se caracterizan por su inteligencia artificial nivel LOGSE y una variedad que oscila entre el pandillero latino con camiseta de tirantas y el pandillero latino con camisa. En Gameloft habrán pensado que con la velocidad que caen para qué preocuparse con la variedad, pero llega un momento que uno puede empezar a sentirse racialmente culpable.
La duración de la aventura no es elevada, pero 9mm se las arregla estupendamente para intercalar pequeños cambios en la jugabilidad que no perjudican en absoluto el ritmo y hacen la experiencia algo más variada. En cualquier caso, no esperes algo distinto a repartir balas a tutiplén, porque el señor Bala perdida no es de esos. De todas formas ten el cargador a mano, porque dudo que consigas terminarlo antes de que sus virtudes tecnológicas se pulan tu batería. Gameloft no defrauda y vuelve a ofrecer un aspecto poligonal pulido, con texturas de calidad y unos diálogos hablados que cumplen sin alardes, pero que consiguen no chirriar y desarrollar la historia de forma minimamente creíble. El aspecto más mejorable son unas animaciones algo ortopédicas, pero si tu Android es capaz de mover todo este festín de violencia tal vez puedas pasarlo por alto.
9mm es un muy buen juego. Merece cada céntimo que cuesta y consigue una inmersión en los disparos que en ningún momento resulta frustrante. No es tampoco lo más original que vayas a jugar en tu vida y seguramente hayas jugado a algo parecido en sobremesa o en tu ordenador, pero el hecho de que esté reproduciéndose en la pantalla de tu teléfono lo convierte hoy por hoy en uno de los mejores juegos de acción que puedes meter en tu bolsillo.
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